jueves, 25 de octubre de 2012

de Vigan: Nada se opone a la noche

Nada se opone a la noche
(Rien ne s'oppose à la nuit, 2011)
Delphine de Vigan
Trad. JC Durán. Anagrama 2012

   «Al principio, cuando terminé aceptando la idea de escribir este libro, tras una larga y silenciosa negociación conmigo misma, pensaba que no me costaría nada introducir ficción, y que no tendría escrúpulos para llenar lagunas. Quiero decir, de algún modo, que pensaba tener el control total. Imaginaba que sería capaz de construir una historia fluida y controlada, o al menos un texto que estaría elaborado de forma segura y constante y que adquiriría sentido a medida que progresase. Creía poder inventar, dar un impulso, una dirección, crear tensión, llevar el asunto de un punto al otro sin línea de falla ni punto de ruptura. Esperaba poder manipular el material a voluntad, y lo que me viene es la imagen un poco clásica de la masa, una masa para tartas como Liane me había enseñado a hacer cuando era niña, quebrada u hojaldrada, que amasaría entre mis manos a partir de unos ingredientes dados antes de hacerla girar bajo mi palma, de aplastarla con fuerza, o incluso lanzarla al techo para observar de qué forma se pegaría a él.
  En lugar de eso no puedo tocar nada. En lugar de eso me parece que me paso las ho-
ras con las manos vacías, las mangas subidas hasta los codos, envuelta en un horrible delantal de carnicero, aterrorizada ante la idea de traicionar la historia, de equivocarme en las fechas, los lugares, las edades, en lugar de eso temo fracasar en la construcción del relato tal y como lo había planeado.
  Incapaz de alejarme por completo de la realidad, produzco una ficción involuntaria, busco el ángulo que me permita acercarme más, más cerca, cada vez más cerca, busco un espacio que no sea ni la verdad ni la fábula, sino los dos a la vez.
  Me doy cuenta cada día que pasa de lo difícil que es escribir sobre mi madre, acotarla con palabras, y de lo mucho que echo de menos su voz.» (pp. 129-130)
Nada se opone a la noche. Delphine de Vigan

miércoles, 24 de octubre de 2012

Del país

Si no piensas como los demás, te señalan. El Roto, El País, 24/10/2012
«(...) que el nacionalismo solo puede ser una ideología reaccionaria: es sentimental e irracional, pone al territorio por encima de los ciudadanos, se basa en la pedagogía del odio, oculta tras la bandera la despiadada explotación de la oligarquía así como las corrupciones de los oligarcas, es totalitaria, es excluyente, practica la mentira sistemática y roza los comportamientos fascistoides (...) » Fragmento de Después de la caída de Felix de Azúa. Y viñeta de El Roto de ayer. El País, 24/10/2012.

martes, 23 de octubre de 2012

Gabinetes de Otoño 2012 en La Central (central)

   [Gabinete de Lectura]    [Gabinete de Clásicos]   
 09.10  Scott Fitzgerald:
 El gran Gatsby
(con Rodrigo Fresán)
 16.10  'El retorno funesto de Agamenón':
 Agamenón, de Esquilo (con Joan Silva, traductor de la obra)


 23.10  Edmund de Waal:  La liebre con ojos  de ambar (con Sandra Ollo, editora de Acantilado)  30.10  'El tour celeste de Cyrano':
 El Otro Mundo, de C. de Bergerac
(Jordi Raventós, editor y traductor)


 06.11  Edward Abbey:
 La banda de la tenaza (con David G. Romero, Editorial Berenice)
 13.11  'Eneas, prófugo de Troya':
 La Eneida, de Virgilio (con Andrés Tabáres, especialista en Virgilio)


 20.11  Maeve Brennan:
 Las fuentes del afecto
 27.11  'Luciano y los viajes fantásticos':  Relatos Verídicos, de L. de Samosata
(con Sergi Grau, traductor de Luciano)


 04.12  Stefanie Kremser: Carrer dels oblidats / Calle de los olvidados
 11.12  'El periplo de Odiseo':  Odisea de Homero (con Raül Garrigasait, editor de la Odisea en catalán)
[Marta Ramoneda] [MR y Àngel Martín Arroyo]

lunes, 22 de octubre de 2012

Derecho a no leer

 Fragmentos de Como una novela (Comme un roman, 1992) de Daniel Pennac
 Trad. Joaquín Jordá. Anagrama | Argumentos, 1993
  • «"Sin la menor duda, las hermosas horas vespertinas pasadas en el despacho de nuestro padre no solo estimulaban nuestra imaginación sino también nuestra curiosidad. Una vez que se ha saboreado el hechicero encanto de la gran literatura y la confortación que procura, uno quisiera saber cada vez más..., más "historias ridículas", y parábolas llenas de sabiduría, y cuentos de múltiples significados, y extrañas aventuras. Y así es como uno comienza a leer por sí mismo..."
    Así es como escribía Klaus Mann; hijo de Thomas Mann, el mago, y de Mielen, la de la voz conmovida y bien timbrada.» (p. 76)
  • «En la época que nos ocupa reinaba en las ciudades un hedor apenas concebible para el hombre moderno. Las calles apestaban a estiércol, los patios interiores apestaban a orina, los huecos de las escaleras apestaban a madera podrida y excrementos de rata; las cocinas, a col podrida y grasa de carnero; los aposentos sin ventilación apestaban a polvo enmohecido; los dormitoiros, a sábanas grasientas, a edredones húmedos y al penetrante olor dulzón de los orinales. Las chimeneas apestaban a azufre; las curtidurías, a lejías cáusticas; los mataderos, a sangre coagulada. Hombres y mujeres apestaban a sudor y a ropa sucia; en sus bocas apestaban los dientes infectados, los alientos olían a cebolla y los cuerpos, cuando ya no eran jóvenes, a queso rancio, a leche agria y a tumores malignos. Apestaban los ríos, apestaban las plazas, apestaban las iglesias y el hedor se respiraba por igual bajo los puentes y en los palacios. El campesino apestaba como el clérigo; el oficial de artesano, como la esposa del maestro; apestaba la nobleza entera y, sí, incluso el rey apestaba como un animal carnicero y la reina como una cabra vieja, tanto en verano como en invierno... » (p. 108)
    [Patrick Süskind (1985). El perfume (Seix Barral). Trad. Pilar Giralt Gorina.]
Los derechos del lector | Les droits du lecteur | The rights of the reader
Derecho a no leer [+]Le droit de ne pas lire [+]The right to not read [+]
Derecho a saltarnos páginasLe droit de sauter des pagesThe right to skip pages
Derecho a no terminar un libroLe droit de ne pas finir un livreThe right to not finish
Derecho a releerLe droit de relireThe right to reread
Derecho a leer cualquier cosaLe droit de lire n'importe quoiThe right to read anything
Derecho al bovarismoLe droit au bovarysmeThe right to escapism
Derecho a leer en cualquier sitioLe droit de lire n'importe oùThe right to read anywhere
Derecho a hojearLe droit de grappillerThe right to browse
Derecho a leer en voz altaLe droit de lire à haute voixThe right to read out loud
Derecho a callarnosLe droit de nous taireThe right to not defend your tastes
(Bovarismo: enfermedad de transmisión textual / maladie textuellement transmissible)


[lo acabo de encontrar | me encanta Quentin Blake ]

martes, 16 de octubre de 2012

Mo Yan: La vida y la muerte me están desgastando

Libro primero (13)
Las penurias de ser un burro
I Tortura y proclamación de inocencia en el Infierno del señor Yama
Mediante una serie de argucias me reencarno en un burro de pezuñas albinas
II Ximen Nao se muestra caritativo salvando a Rostro Azul
Bai Yingchun consuela afectuosamente a un burro huérfano
III Hong Taiyue ataca a un anciano testarudo
Ximen Lu se expone a sufrir una desgracia y rumia la corteza
IV Los gong y los tambores retumban en los cielos mientras las masas se afilian a la cooperativa
Cuatro pezuñas avanzan con dificultad por la nieve mientras el burro es herrado
V Ximen Bai es procesada por desenterrar un tesoro
El burro interrumpe el proceso y salta por encima de un muro
VI La ternura y el profundo afecto dan como fruto una pareja perfecta
La sabiduría y el valor rivalizan con los malvados lobos
VII Ante el temor de que surjan problemas, Huahua hace un voto solemne
Naonao demuestra sus progresos mordiendo a un cazador
VIII  Huy, el burro Ximen pierde un testículo
Un héroe colosal llega a la finca
IX El burro Ximen se encuentra con Ximen Bai en un sueño
Cumpliendo órdenes, los milicianos detienen a Lan Lian
X Sintiéndome un privilegiado por realizar una gloriosa tarea, transporto al jefe del consulado
Al encontrarme con un trágico contratiempo, me rompo una pata delantera
XI Con la ayuda de un héroe de guerra, consigo una pezuña artificial
Los ciudadanos hambrientos desmiembran y comen un burro

Libro segundo (159)
La fuerza de un buey
XII Cabeza grande revela el secreto de la transmigración
El buey Ximen se aloja en el hogar de Lan Lian
XIII Un aluvión de invitados solicita la participación en la comuna
La agricultura independiente consigue a un defensor distinguido
XIV El buey Ximen se enfrenta airado a Wu Qiuxiang
Hong Taiyue alaba con entusiasmo a Lan Jinlong
XV Dos hermanos que son la estirpe de un buey se pelean en un banco de arena
Las líneas intactas del destino desembocan en un complicado dilema
XVI El corazón de una joven se conmueve mientras sueña con la primavera
El buey exhibe toda su potencia mientras ara un campo
XVII Los gansos salvajes se caen, el pueblo se muere, un buey se pone furioso
Los desvaríos y la exaltación se convierten en una composición
XVIII  Una mano diestra arregla los ropajes, Huzhu declara su amor
Una copiosa nevada aisla la aldea, Jinlong toma el mando
XIX Jinlong representa una obra de teatro para recibir la primavera
Lan Lian prefiere morir antes de renunciar a su promesa
XX Lan Jiefang traiciona a su padre y se une a la comuna
En buey Ximen ataca a un hombre y recibe una muerte justa

Libro tercero (311)
El retozar de un cerdo
XXI Entre protestas por la injusticia, regreso al salón de Yama
De nuevo engañado para renacer como un humilde cerdo
XXII El decimosexto lechón monopoliza las tetas de la puerca
Bai Xing'er es honrada con el título de Criadora de Cerdos
XXIII El Lechón Dieciséis es trasladado a un nido acogedor
Diao Xiaosan se come por error un bollo lleno de licor
XXIV Los miembros de la brigada encienden una hoguera para celebrar las buenas noticias
El Rey de lo Cerdos se entera de cosas y escucha palabras agradables
XXV Un oficial de alto rango habla grandiosamente en una conferencia sobre el terreno
Un estrambótico cerdo ofrece un espectáculo debajo de un albaricoquero
XXVI Un celoso Diao Xiaosan destruye una pocilga
Lan Jinlong soporta ingeniosamente un invierno amargo
XXVII Emerge un mar de celos mientras los hermanos se vuelven locos
El elocuente y charlatán Mo Yan encuentra la envidia
XXVIII Hezuo se casa con Jiefang en contra de su voluntad
Huzhu se une felizmente a Jinlong
XXIX  El Cerdo Dieciséis lucha contra Diao Xiaosan
La canción del sombrero de paja acompaña a una banda cargada de devoción
XXX El cabello milagroso devuelve a la vida a Diao Xiaosan
La muerte roja extermina a la cuadrilla de puercos
XXXI Un adulador Mo Yan cabalga sobre los faldones del Comandante Chang
Un resentido Lan Lian llora por el Presidente Mao
XXXII La codicia del viejo Xu le cuesta la vida
El Cerdo Dieciséis persigue la Luna y se convierte en el rey
XXXIII El Cerdo Dieciséis se acuerda de su hogar
Hong Taiyue, completamente borracho, monta un escándalo en una casa pública
XXXIV Hong Taiyue pierde su órgano masculino dominado por la furia
Oreja Rajada siembra el caos en el trono del Rey
XXXV Los lanzallamas se cobran la vida de Oreja Rajada
Remontando el río sobre una barca, el Cerdo Dieciséis jura venganza
XXXVI  Los pensamientos se agolpan en la cabeza mientras recuerda el pasado
Sin pensar en su propia seguridad, el cerdo salva a un niño

Libro cuarto (541)
El espíritu del perro
XXXVII  Un alma agraviada regresa reencarnada en un perro
Un niño mimado va a la ciudad con su madre
XXXVIII  Jinlong se entusiasma con unos proyectos ambiciosos
Hezuo recuerda en silencio viejas enemistades
XXXIX Lan Kaifang explora lleno de felicidad su nuevo hogar
El Perrito Cuatro echa de menos su vieja perrera
XL Pang Chunmiao derrama lágrimas como perlas
Lan Jiefang disfruta del sabor de unos labios de cereza
XLI Lan Jiefang finge sentir afecto por su esposa
El Perro Cuatro vigila a un estudiante
XLII Lan Jiefang hace el amor en su oficina
Huang Hezuo aventa alubias en casa
XLIII Huang Hezuo, tremendamente enfadada, hornea pan
El Perro Cuatro, completamente borracho, se muestra melancólico
XLIV Jinlong planea construir una ciudad residencial
Jiefang muestra sus emociones a través de los prismáticos
XLV El Perro Cuatro sigue el rastro hasta Chunmiao
Huang Hezuo escribe un mensaje en sangre
XLVI Huang Hezuo promete montar un escándalo a su estúpido marido
Hong Taiyue organiza una protesta gubernamental
XLVII Posando como si fuera un héroe, un niño mimado machaca a un famoso reloj
Tras salvar la situación, una esposa abandonada regresa a su hogar
XLVIII La ira del pueblo desemboca en un juicio en masa
Las rencillas personales convierten a los hermanos en enemigos
XLIX Hezuo limpia un cuarto de baño debajo de una tempestad de agua
Jiefang toma una decisión después de recibir una paliza
L Lan Kaifang arroja barro a su padre
Pang Fenghuang lanza pintura a su tía
LI Ximen Huan tiraniza la capital del condado
Lan Kaifang se corta un dedo para hacer una prueba con el cabello
LII Jiefang y Chunmiau convierten la farsa en algo real
Hong Taiyue y Jinlong parten juntos de este mundo
LIII Mientras la muerte se acerca, la caridad y la discordia se desvanecen
Un perro muere, pero la Rueda de la Vida sigue su curso

Libro quinto (721)
Un final y un principio
Mo Yan: La vida y la muerte me están desgastando 
LIV El rostro del Sol
LV Posturas para hacer el amor
LVI Un mono hace una exhibición en la plaza
LVII Un tajo doloroso
LVIII El chico del milenio
Mo Yan (2006) 
La vida y la muerte me están desgastando 
Trad. Carlos Ossés. Kailas (2009) 

domingo, 14 de octubre de 2012

Leonard Cohen: I'm (not) your man

«Da la casualidad de que Roshi es un maestro zen, un monje zen. En uno de nuestros primeros encuentros, él me dijo: “Yo no japonés, tú no judío, Roshi no maestro, Leonard no estudiante. Hay otras versiones de nosotros que pueden surgir y ser más interesantes”.
Leonard Cohen
Así fue como Roshi se hizo parte de mi vida. Y se convirtió en un gran amigo en el sentido real de la amistad. Alguien que se preocupa por ti, o que no se preocupa, no estoy muy seguro de cual de las dos, que en lo más profundo no le importa quien seas. Y así fue como la persona que yo era empezó a desvanecerse, y cuanto menos era quien yo era, mejor me sentía

miércoles, 10 de octubre de 2012

Scott Fitgerald: El gran Gatsby

   «No tenía ganas de guardar la foto; la mantuvo un rato más ante sus ojos, luego guardó la cartera, y sacó del bolsillo un viejo ejemplar de un libro titulado Hopalong Cassidy.
   -Fíjese en esto; es un libro de cuando era chico... Ya verá...
   Abrió la cubierta posterior y me la enseñó. En la última hoja se leía la palabra HORARIO, la fecha 12 de septiembre de 1906, y más abajo:

Levantarme de la cama6.00-   Mañana 
Ejercicios gimnásticos6.15-6.40 ,,
Estudio de electricidad, etc.7.15-8.15 ,,
Trabajar8.30-4.30 Tarde
Béisbol y deportes4.30-5.00,,
Practicar dicción, postura
   y cómo obtenerla
5.00-6.00,,
Estudiar inventos necesarios7.00-9.00,,

RESOLUCIONES DE TIPO GENERAL
No perder el tiempo en Shafters o [nombre ininteligible].
No fumar ni mascar chicle. Bañarme días alternos.
Leer un libro o revista buena cada semana.
Ahorrar $ 5,00 [tachado] $ 3,00 a la semana.
Ser mejor con mis padres

   -Encontré el libro casualmente -siguió el anciano-. ¿Verdad que demuestra que Jimmy estaba destinado a salir adelante? Siempre tenía resoluciones de esta clase. ¿Se ha fijado en lo que dice de mejorar su cerebro? Siempre estaba atento a todo. Una vez me dijo que yo comía como un cerdo, y le pegué...
   No tenía ganas de cerrar el libro; leía cada apartado en voz alta, y me miraba ansiosamente. Creo que esperaba que me copiara la lista.»

The Great Gatsby
The Great Gatsby (1925)
Francis Scott Fitzgerald (1896-1940)

“Toda la buena escritura es nadar bajo el agua
aguantando la respiración”


lunes, 8 de octubre de 2012

Cercas: Las leyes de la frontera

Las leyes de la frontera. Javier Cercas 2012«Sonreí. ¿No me digas que vas a soltarme un sermón?, pregunté. Por toda respuesta, él también sonrió. Nos callamos. Fumé en silencio. Y dije: ¿Por qué no soy como vosotros? Y él dijo: Porque no lo eres. Y yo dije: Hago lo mismo que vosotros. Y él dijo: Casi lo mismo, sí. Pero no eres como nosotros. Y yo insistí: ¿Por qué no? Y él explicó: Porque tú vas a la escuela y nosotros no. Porque tú tienes familia y nosotros no. Porque tú tienes miedo y nosotros no. Y yo pregunté: ¿Vosotros no tenéis miedo? Y él contestó: Sí, pero tenemos un miedo que no es como el tuyo. Tú piensas en el miedo, y nosotros no. Tú tienes cosas que perder, y nosotros no. Esa es la diferencia. Compuse una mueca escéptica, aunque no insistí. Fumé. Le pasé el porro. Durante un rato seguimos mirando el mar y el cielo y escuchando el aullido del viento.» (pp. 130-131)

lunes, 1 de octubre de 2012

Didion: El año del pensamiento mágico

    «A grandes rasgos.
     Ahora, al empezar a escribir esto, es el 4 de octubre, por la tarde, del 2004.
   Hace nueve meses y cinco días, aproximadamente a las nueve de la noche del 30 de diciembre de 2003, mi marido, John Gregory Dunne, en la mesa del salón de nuestro apartamento de Nueva York en la que acabábamos de sentarnos a cenar, sufrió aparentemente —o realmente— un repentino y severo ataque al corazón que le causó la muerte. Nuestra única hija, Quintana, llevaba cinco noches inconsciente en una unidad de cuidados intensivos de la Singer Division del Beth Israel Medical Center, por entonces un hospital en la avenida East End (cerró en agosto de 2004), más conocido como el Beth Israel North o el Antiguo Hospital de Médicos; lo que pareció un caso de gripe invernal lo bastante grave para ingresarla en urgencias la mañana de Navidad había derivado en neumonía y choque séptico. Esto es un intento por encontrar sentido al tiempo que siguió, a las semanas y meses que desbarataron cualquier idea previa que yo tuviera sobre la muerte, la enfermedad, la probabilidad y la suerte, la buena o la mala fortuna, sobre el matrimonio y los hijos y el recuerdo; sobre el dolor y los modos en que la gente se plantea o no el hecho de que la vida acaba; sobre la precariedad de la cordura y sobre la vida misma. He sido escritora toda mi vida. Como escritora, incluso de niña, mucho antes de que empezara a publicar lo que escribía, siempre tuve la sensación de que el significado radicaba en el ritmo de las palabras, las frases, los párrafos, una técnica para contener lo que pensaba o creía tras un refinamiento cada vez más impenetrable.
El año del pensamiento mágico, Joan Didion
   Soy o he llegado a ser la forma en la que escribo; sin embargo, este es un caso en el que en vez de las palabras y sus ritmos desearía tener una sala de montaje equipada con un Avid, un sistema de edición digital en el que pudiera pulsar una tecla y la secuencia de tiempo se desintegrara para mostrarles simultáneamente todos los cuadros de la memoria que me asaltan en este momento y dejarles elegir las tomas, los diferentes comentarios al margen, las distintas lecturas de las mismas líneas. En este caso, para encontrar el significado, necesito más que palabras. En este caso necesito cualquier cosa que yo crea o me parezca inteligible, aunque sólo sea para mí misma.» (pp. 14-15)

El año del pensamiento mágico, Joan Didion
(The year of magic thinking, 2005)
Trad. Olivia de Miguel. Global Rhythm, Barcelona, 2007
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